Hiperplasia prostática benigna
La glándula prostática tiene la forma de una castaña y se localiza en la pelvis ósea, justo por debajo de la vejiga. Su cara posterior se relaciona con el recto y se continúa en su porción inferior con la uretra. Mide, en condiciones normales, 3x4x2 cm de ancho, largo y espesor, respectivamente.
En la próstata nos encontramos con varias zonas: transicional, central, periférica y anterior o estroma fibromuscular. La porción de la uretra que atraviesa la glándula prostática se llama uretra prostática.
La función principal de la próstata es la producción del liquido seminal, así como de diversas sustancias implicadas en la protección ante infecciones de orina.
La próstata puede ser asiento de múltiples enfermedades, como la hiperplasia prostática benigna, las infecciones o prostatitis y el cáncer de próstata.
¿Qué es la hiperplasia prostática benigna?
La hiperplasia prostática benigna (HPB) constituye una entidad histopatológica en la cual ocurren en la próstata fenómenos de hiperplasia de las células.
Estos cambios en la próstata ocurren ya en los varones a partir de los 35 años. El crecimiento prostático viene influenciado principalmente por factores extrínsecos (hormonas, predisposición hereditaria, dieta) e intrínsecos, dependiente fundamentalmente de las células prostáticas.
La Organización Mundial de la Salud recomienda que la definición de HPB se realice atendiendo a tres criterios: tamaño de la próstata, presencia de síntomas y obstrucción al vaciado de orina.
La HPB constituye la primera causa de consulta a los servicios de Urología y la segunda causa de ingreso hospitalario para intervenciones quirúrgicas
Es por esto que la HPB ha despertado un interés científico creciente, con nuevos enfoques médicos y quirúrgicos, abordándose cada vez más con nuevos aparatajes de última tecnología o de mínima invasión.
Síntomas del tracto urinario inferior
- Chorro fino
- Retardo para iniciar la micción
- Realización de prensa abdominal
- Chorro entrecortado
- Vaciado vesical incompleto
- Goteo postmiccional
- Retención urinaria
- Polaquiuria
- Nicturia
- Urgencia
- Disuria
- Incontinencia
¿Qué complicaciones puede aparecer del crecimiento benigno de la próstata?
- Hematuria. Sangrado por la orina.
- Litiasis vesical. Se produce en aquellos pacientes donde la obstrucción al flujo de la orina produce residuo, o lo que es lo mismo, la vejiga no consigue vaciar del todo la orina.
- Infecciones de orina. Se produce en aquellos pacientes donde la obstrucción al flujo de la orina produce residuo, o lo que es lo mismo, la vejiga no consigue vaciar del todo la orina.
- Vejiga de esfuerzo. Son vejigas que después de años realizando un esfuerzo importante por vaciar su contenido se deforman, pudiendo aparecer divertículos y trabéculas.
- Insuficiencia renal, uropatía obstructiva bilateral y retención urinaria crónica. Son pacientes que se han acostumbrado durante años a orinar mal y no han acudido al urólogo. Se trata de una situación limite en la que la presencia de residuo intenso, han afectado ya a los riñones. Es una situación reversible; hay que poner una sonda en la vejiga y evacuar toda la orina residual. Es un criterio mayor para cirugía.
- Retención urinaria aguda. Ocurre cuando un paciente no puede orinar. Es de inicio súbito y muy doloroso. Es necesario poner una sonda para evacuar la orina. Desde nuestro punto de vista, es una indicación quirúrgica mayor ante la elevada probabilidad de que el episodio se repita.
¿Cuál es el tratamiento de la HPB?
No siempre existe una relación directa entre HPB, presencia de sintomatología del tracto urinario inferior y obstrucción a la salida de la orina; esto es, no todo crecimiento prostático lleva consigo la presencia de síntomas ni obstrucción urinaria y a consecuencia de esto no todo varón va a precisar de un tratamiento.
No está claro cuantos pacientes con HPB van a desarrollar consecuencias clínicas de la misma y, afortunadamente, muy pocos van a desarrollar algún tipo de complicación derivada de esta enfermedad benigna.
Es importante conocer que muchos pacientes nunca van a desarrollar síntomas subjetivos, o sea, el paciente dice que "orina bien"; a veces, el músculo de la vejiga (detrusor) sufre un desfallecimiento progresivo a causa de la obstrucción, pero al ser esto un proceso lento, el paciente se acostumbra verdaderamente a orinar mal, y no es infrecuente encontrarnos a enfermos con alteración del riñón, divertículos o piedras cuando van al urólogo en una fase, ya de por sí, tardía.
En este sentido, la Organización Mundial de la Salud recomienda una revisión anual por el urólogo a partir de los 50 años, aunque no tenga síntomas y a partir de los 40 años si tiene antecedentes familiares directos con cáncer de próstata.
Objetivos del tratamiento de la HPB
- Mejorar los síntomas
- Mejorar calidad de vida
- Evitar la progresión de la enfermedad
Posibilidades terapéuticas para el abordaje de la HPB
NADA
Vigiancia anual
- Sin síntomas prostáticos
- Buena calidad de vida
- Flujometría normal
- Residuo postmiccional inapreciable
- PSA normal
- Análisis de orina normal
FÁRMACOS
Fitoterapia
Alfabloqueantes
Inhibidores de 5a-reductasa
Combinación
- Sin prostáticos leves/moderados
- Buena calidad de vida
- Flujometría normal
- Residuo postmiccional inapreciable
- PSA normal
- Análisis de orina normal
CIRUGÍA ABIERTA
Mínimamente invasiva
- Deseos del paciente
- Empeoramiento de los síntomas y calidad de vida
- Flujometría obstructiva
- Residuo postmiccional evidente
- Ausencia de respuesta a fármacos de primera línea
- Complicaciones: ITUs, hematuria, litiasis...
La cirugía puede ser abierta o endoscópica
En UMI no realizamos cirugía abierta de la HPB en ningún caso; usamos las siguientes técnicas, una sola o varias al mismo tiempo si es necesario, todas ellas mediante abordaje transuretral:
- Bipolar Plasmakinetic
- Láser de Tulio
- Láser de Holmio
- Vapor de agua: sistema REZUM
- Sistema iTIND
El objetivo del tratamiento endoscópico de la HPB es el mismo que en la cirugía abierta: evitar la progresión de la enfermedad, tratamiento de las complicaciones y sobre todo, alivio inmediato de los síntomas pero con la ventaja de un menor sangrado intraoperatorio y menor estancia hospitalaria. Nuestros pacientes intervenidos de próstata están en el bospital 12 horas, salvo si es intervenido por sistema REZUM, en el cual no hay ingreso hospitalario.
En UMI contamos con un equipo de cirujanos altamente cualificados; para cada caso concreto, realizamos una planificación quirúrgica previa, con el objetivo de ofrecer a nuestros pacientes la mejor alternativa, ya que disponemos de todas las técnicas mínimamente invasivas en el tratamiento de HPB.
Dicha evaluación preoperatoria consiste en una adecuada valoración previa por nuestros anestesistas atendiendo a sus enfermedades asociadas (cardíacas, pulmonares, vasculares...), edad, estado general de salud... El uso de la últimas técnicas mínimamente invasivas, nos permiten operar a pacientes con un riesgo quirúrgico alto que han sido rechazados en otros centros, así como aquellas "próstatas grandes" donde le han ofertado la cirugía abierta como solución a su enfermedad.
Igualmente, previa a la intervención quirúrgica, realizamos un exhaustivo estudio de la próstata, a fin de valorar tamaño, peso o crecimiento de un lóbulo mediano, así como las eventuales complicaciones asociadas: presencia de litiasis en la vejiga, tumores de vejiga asociados, divertículos vesicales que retienen orina o la presencia de una estenosis de uretra asociada.
Todo esto nos va a aportar toda la información necesaria preoperatoria, para que en un solo tiempo quirúrgico (una sola intervención) podamos solucionarlo todo de una manera menos agresiva en beneficio de nuestros pacientes.