Embolización

Varicocele e impotencia

Las técnicas percutáneas de mínima invasión en urología que embolizan estructuras vasculares son escasas y se limitan a pocos grupos entrenados en ésta técnica al tratamiento del varicocele.

En UMI vamos más allá: contamos con una dilatada experiencia en el abordaje percutáneo no solo del varicocele sino también del tratamiento de la impotencia por fuga venosa. Somos pioneros en ésta técnica y no nos consta otros centros que lo realicen.

En colaboración con el Dr. Zubicoa de la Unidad de Cirugía Vascular e Intervencionista del Hospital Ruber Juan Bravo 49, realizamos este procedimiento de mínima invasión con unos resultados excelentes.

¿Qué es el varicocele?

El varicocele es una dilatación del plexo pampiriforme del testículo. Consiste en una incompetencia de las válvulas venosas del testículo, produciendo una dilatación de las mismas y dando lugar en algunos casos a dolor en la región inguino escotal.

Afecta a un 10% de los varones jóvenes y el lado más frecuentemente afectado es el izquierdo.

En los varones jóvenes con un varicocele, se han observado en el 65% de los casos, una disminución en la concentración y movilidad de los espermatozoides, pudiendo ser una causa reversible de esterilidad masculina; esta se podría contrarrestar corrigiendo el varicocele.

¿Cómo se diagnostica el varicocele?

Es fundamental realizar una adecuada exploración física con el paciente en posición de recibito supino y bipedestación. Cuando el paciente se encuentra de pie, aparece una masa sobre el testículo correspondiente a la dilatación venosa. Esta masa, va a aumentar de tamaño con las maniobras de Valsalva (aumento de la presión intraabdominal).

La confirmación de la presencia de un varicocele la tendremos con la realización de una ecografía doppler escrotal.

¿Cuál es el tratamiento del varicocele?

El varicocele solo se corrige mediante cirugía:

Cirugía abierta clásica

Consiste en ligar las venas del plexo pampiriforme del testículo mediante abordaje inguinal o retroperitoneal (Palomo, Ivanisevich)

La cirugía abierta clásica tiene los inconvenientes de cualquier intervención donde se realiza incisiones en la piel: más estancia hospitalaria, dolor, posibilidad de hernias y de infección, vuelta a su actividad cotidiana en un mes o más (ejercicio físico…).

Embolización selectiva de las venas espermáticas y embolización de las fugas venosas que provocan impotencia

Se trata de una técnica de mínima invasión que llevamos realizando 20 años en colaboración con el servicio de cirugía vascular e intervencionista del Hospital Ruber Juan Bravo 49 y en concreto con el Dr. Zubicoa, de reconocido prestigio en su especialidad. Consiste en la oclusión percutánea de la vena espermática izquierda y de las pudendas en el caso de la impotencia por fuga venosa.

El tratamiento es ambulatorio, no es preciso ingresar en el hospital y lo realizamos con anestesia local. El punto de acceso es la muñeca y el paciente está despierto en todo momento sin sentir dolor alguno. El procedimiento en ambos casos dura una hora máximo.

Con los avances y técnicas actuales, la embolización consigue controlar los síntomas del varicocele prácticamente en el 100 % de los casos.

Beneficios

• No es necesario hacer una incisión quirúrgica: sólo un pequeño corte en la piel que no necesita suturas.
• Tiempo de recuperación muy corto y vuelta a sus actividades cotidianas como el trabajo o el ejercicio físico al día siguiente de la intervención.
• Tenemos una tasa de éxito del 90% con la embolización, que son los mismos resultados que aquellos logrados con las técnicas quirúrgicas más invasivas.

En aproximadamente cinco al diez por ciento de los pacientes que se someten a la embolización de varicocele, los varicoceles se presentan nuevamente. Esta tasa de recurrencia de varicoceles es similar a la reportada para procedimientos quirúrgicos más invasivos.

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