Cáncer de riñón

Diagnóstico y tratamiento del cáncer de riñón

Cáncer de riñón

También llamado adenocarcinoma renal, carcinoma de células renales, hipernefroma o tumor de Grawitz. Constituye el tumor más frecuente del parénquima renal (90%) y representa entre el 2-3% de los tumores del adulto y ocupa el noveno puesto entre las neoplasias más frecuentes. Es ligeramente más frecuente en el varón y su incidencia aumenta con la edad, constituyendo el 2% de las muertes por cáncer.

 

¿Por qué aparece el cáncer de riñón?

La mayoría de los tumores renales son esporádicos, o bien, asociados a un factor de riesgo determinado; aunque esto último no está totalmente establecido, podemos confirmar que en la mayoría de los casos de tumores renales, la etiología es desconocida.

Algunos factores de riesgo relacionados con el cáncer de riñón son: exposición al asbesto, tabaco, obesidad, arsénico, antihipertensivos, diuréticos, anticonceptivos orales, industria del hierro.…

Aunque raros, existen tumores de riñón hereditarios, como la enfermedad de Von-Hippel-Lindou, el carcinoma renal papilar familiar y el carcinoma renal familiar, todos ellos asociados de alguna manera a un trastorno genético.

 

¿Por qué es tan peculiar el cáncer de riñón?

Al cáncer renal se le denomina tumor del internista, ya que por regla general, son estos los que lo diagnostican. Esto es porque el tumor renal se puede presentar clínicamente de diferentes maneras, no necesariamente por síntomas urológicos, y se diagnostica en el contexto de un estudio indicado por otro motivo.

El tumor renal tiene un comportamiento muy agresivo. En el 50% de los casos se encuentra localizado en el riñón en el momento del diagnóstico, y hasta un 30% ya tiene metástasis a distancia. Llegado este punto, la supervivencia es muy baja, del 48% al año y del 9% a los 5 años.

Otra peculiaridad es que es muy resistente cuando la enfermedad está muy avanzada, siendo la cirugía el único tratamiento cuando está confinado al riñón, de ahí la importancia de un diagnóstico precoz.

 

¿Cuál es el comportamiento del tumor renal?

El cáncer renal tiene un comportamiento impredecible. En este sentido:

  • Puede permanecer silente (sin dar síntomas) muchos años y ser descubierto de forma casual durante el estudio de otra patología. Es lo que se denomina tumor incidental y responde a la forma de presentación más frecuente, sobre todo haciendo una ecografía por otro motivo. De ahí la importancia de la realización de una ecografía abdominal a todo paciente a partir de los 40 años aunque no presente síntomas.
  • Síntomas locales derivados del propio crecimiento tumoral, como dolor, hematuria (sangre por la orina), palpación de masa, varicocele o edemas en las piernas. Generalmente, esto es indicativo de que la enfermedad está avanzada.
  • Sintomatología inespecífica o síndrome paraneplásico, como fiebre, cansancio, anorexia, anemia, hipercalcemia, HTA, vasculitis...
  • Enfermedad metastásica cuando el tumor ya está fuera del riñón y los síntomas dependen del nuevo asentamiento: pulmón, hueso, ganglios...

 

¿Qué técnicas de diagnóstico se utilizan en el cáncer renal?

Es importante el diagnóstico precoz o la detección temprana del cáncer en sus etapas iniciales, con el objetivo de asegurar la curación tras un tratamiento radical. En este sentido, nuestro equipo aconseja la realización de una ecografía abdominal tanto a los hombres como a las mujeres aunque no tengan síntomas, con la finalidad de optimizar al máximo la visita médica.

  • El diagnóstico lo iniciaremos con una exhaustiva historia clínica, exploración física completa, analítica de sangre y orina (detección de sangre oculta en el sedimento de la orina).
  • Ecografía. Es la primera prueba a realizar y en nuestra unidad disponemos de esta ventaja. Nos permite, en la propia consulta saber si los riñones son normales, si tienen quistes o en el peor de los casos, se trata de una masa sólida que precisa más estudios complementarios.
  • TAC. Es la siguiente prueba a realizar cuando en la ecografía aparece una lesión quística dudosa o un tumor sólido. Nos permitirá igualmente realizar un adecuado estadiaje del tumor: localización, tamaño, valoración de la vena renal, pulmones, ganglios...
    TAC
    TAC
  • Resonancia magnética. Permite obtener fantásticas imágenes del proceso renal objeto del estudio, así como reconstrucciones del aparato urinario. Es una excelente herramienta para nosotros a la hora de decidir el tipo de intervención quirúrgica más apropiada (planificación).
    Resonancia magnética
  • BAG o biopsia. Consiste en la obtención de material del riñón para su análisis histopatológico. Nuestra unidad no aconseja la realización de forma rutinaria en los casos claros de tumor renal, sólo cuando existen dudas diagnósticas.
    BAG o biopsia

 

¿Cuál es el tratamiento del cáncer renal?

El único tratamiento curativo del cáncer renal cuando la neoplasia se encuentra localizada en el órgano (50% de los casos) es la cirugía radical. En UMI disponemos de las últimas tecnologías quirúrgicas para conseguir este fin con la máxima comodidad para el paciente y la mínima estancia hospitalaria posible. En nuestra Unidad de Cirugía Urológica disponemos de un equipo de excelentes cirujanos para el tratamiento del cáncer, casos complejos así como pacientes de elevado riesgo quirúrgico.

 

Nefrectomía radical abierta

Consiste en la extirpación en bloque del riñón con el tumor, la grasa perirrenal y la glándula suprarrenal, y a veces si es preciso, los ganglios linfáticos.

Nefrectomía radical abierta

 

Cirugía conservadora renal

Sólo extirpamos el tumor y dejamos el resto del riñón sano. La realizamos en aquellos casos de tumores pequeños y de crecimiento hacia fuera. Se trata de una cirugía muy minuciosa en la que tenemos excelentes resultados, permitiendo así al paciente seguir viviendo con sus dos riñones.

Cirugía conservadora renal

 

Cirugía laparoscópica 3D

Es un alternativa mínimamente invasiva a la cirugía abierta tradicional que se realiza a través de pequeñas incisiones en la pared abdominal (0,5-1 cm) insertando en ellas una cámara de vídeo (laparoscopio) y los instrumentos quirúrgicos (pinzas, tijeras, bisturí). El cirujano puede ver los órganos abdominales en un monitor 3D de televisión y accionar sus instrumentos desde el exterior, ejecutando las operaciones sin introducir sus manos dentro del cuerpo.

Cirugía laparoscópica 3D

 

 

Las operaciones laparoscópicas 3D ofrecen los mismos beneficios terapéuticos que las operaciones abiertas tradicionales, aunque tienen ventajas significativas para el paciente:

  • Disminución del dolor en el postoperatorio.
  • Menor sangrado durante la cirugía.
  • Menor riesgo de complicaciones en el postoperatorio (infecciones, hernias...).
  • Estancia hospitalaria reducida.
  • Recuperación más rápida después de la cirugía.
  • Evita grandes incisiones, mejorando los resultados cosméticos.

 

Cómo en cualquier intervención quirúrgica, hay un riesgo pequeño de complicaciones. En algunos casos es necesaria la conversión de cirugía laparoscópica a cirugía abierta si aparece una complicación durante la cirugía o el cirujano considera que la cirugía laparoscópica no está evolucionando adecuadamente.

¿Puede cualquier persona ser operada por laparoscopia

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La mayoría de las personas son aptas para la laparoscopia. Una evaluación por el equipo médico determinará si eres apto para el procedimiento. El cirujano discutirá contigo los riesgos individuales de tu caso antes de la operación. Cada caso es estudiado en detalle por el equipo de cirujanos y la intervención es planificada de forma individual.

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Crioablación, crioterapia laparoscópica o percutánea

Técnica de destrucción de tumores renales mediante la aplicación de frío. El acceso laparoscópico permite la inserción de las agujas de crioterapia en el tumor.

Crioablación

 

Se trata de una cirugía de mínima invasión de última generación, en la que el objetivo primario es conservar el riñón destruyendo sólo el tumor. Se puede realizar mediante visión directa del tumor con acceso por laparoscopia o bien de forma percutánea dirigido por TAC.

No todos los pacientes son subsidiarios de ésta técnica. Una evaluación por parte de nuestro equipo determinará si eres apto para el procedimiento. El cirujano discutirá contigo los riesgos individuales de tu caso antes de la operación. Cada caso es estudiado en detalle por el equipo de cirujanos y la intervención es planificada de forma individual.